Reflexiones a un año del estado de alarma
El 14 de marzo de 2020, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparecía públicamente para anunciar lo que todos nos esperábamos: el estado de alarma.
Un año después queremos reflexionar sobre las consecuencias que ha tenido la pandemia en nuestras aficiones. Desde luego, el Covid ha cambiado nuestras vidas.
¿Ha cambiado también nuestra manera de leer, elegir libros o empezar un proceso creativo?
En mi caso es un sí rotundo. A finales de marzo empezamos a teletrabajar y, en cuanto terminaba la jornada, a falta de mi paseo de vuelta a casa, necesitaba desenchufar a través de la lectura. Leí mucho más que otros años, pero cierto tipo de libros. No pude empezar Cinco horas con Mario de Miguel Delibes por ejemplo, el argumento me produjo un nudo al estómago. Anhelaba evadirme a través de cuentos, novelas, viajar sin moverme con libros de viajes. Pero lo confieso, hay libros que no recuerdo y que leí completamente distraída.
Daniela en tu caso ¿el estado de alarma afectó tus aficiones? Mucho. Ha cambiado mi manera de gestionar sobre todo el tiempo libre. Una de las cosas que antes apenas hacía y ahora hago casi a diario es escuchar los audiolibros. Escucho audiolibros mientras hago las tareas domésticas, realizo ejercicio en casa en lugar que en el gimnasio o, durante mi momento favorito, mientras pinto y dibujo.
“Solía ir al cine y ahora pues no”, comenta Tony Jim. “Otras de las aficiones que tengo diría que se han visto incrementadas en cambio, sobre todo la de ver series XD”.
Efectivamente, tanto las plataformas que ofrecen series y películas como las de audiolibros aumentaron notablemente sus suscriptores durante el confinamiento. En el caso de los audiolibros, se trató del 253%.
Para mí leer fue una manera de escaparme. ¿Habéis sentido que vuestras aficiones fueron una vía des escape? Sí, totalmente. En algún caso ha sido incluso mejor que una cerveza con amigos. En otros ha sido vivir una vida paralela, abstraerse durante horas en la vida de un personaje y en una pincelada detrás de la otra [Daniela]. Quizás en ciertos momentos, pero no significativamente, pues eran cosas que ya hacía antes también [Tony Jim].
¿Los hábitos relacionados a vuestras aficiones han cambiado? Antes no veía tantas series por las mañanas, pues normalmente (sobre todo entre semana) solía ir a trabajar y no me daba tiempo de ver algo antes de ponerme a currar. Aquí quizás encajaría también lo de ir al cine, que de momento es una cosa que no he retomado [Tony Jim]. Los días empiezan un poco antes de lo normal. Todo el tiempo que antes dedicaba a prepararme y desplazarme ahora lo dedico a las tareas de gestión y organización o bien a terminar una acuarela del día anterior que ya está seca, bebiendo mi té verde con menta. Es un despertar más dulce [Daniela].
¿Creéis que la obligación de estar más tiempo con nosotros mismos, pese a las circunstancias, nos ha hecho redescubrir el amor por los libros o nos ha hecho más creativos? Sí, aunque en mi caso esto no ha cambiado ya que de normal dedico mucho tiempo a mí misma y disfruto estando sola con mis pensamientos. Quizás lo diferente es no tener que justificarse si un sábado por la noche no te apetece salir porqué se te ha ocurrido una idea para un cuadro y no puedes esperarte al día siguiente [Daniela]. Creo que no especialmente. Ese amor a los libros, ya lo tenía de antes. Y creo que se ha mantenido estable, ni ha aumentado especialmente ni ha disminuido. En cuanto a lo de la creatividad… Quizás he tenido la cabeza más en otras cosas, con otras preocupaciones y creo que he escrito menos de lo que solía [Tony Jim].
En mi caso me ha pasado algo a medias entre Daniela y Tony Jim. He dedicado más tiempo a leer, he disfrutado más de mi querida hamaca en el balcón, he retomado el Yoga gracias a Caterina, pero no pude escribir demasiado. Pude conectarme más conmigo mismo, pero no terminaba de estar despejada para empezar un proceso creativo.
¿Recordáis cuales fueron vuestros peor y mejor momento en relación con un libro / dibujo? Estuve bastante sin leer, quizás por tener la cabeza en otro sitio. Aparcar la lectura fue mi peor momento, pero retomarla me ha dado mucha alegría, así se podría definir como el mejor [Tony Jim]. El peor momento es sin duda cuando tienes un ‘bajón’ de creatividad y crees que no tienes nada que aportar… al tener más tiempo a tu alcance, no dejas de pensar en ello y puedes llegar a frustrarte. El mejor momento es cuando una pintura que ya dabas por perdida da una vuelta inesperada y, gracias a tu dedicación, te sorprende por completo y se vuelve incluso mejor de cómo la habías imaginado en tu cabeza [Daniela].
Yo en cambio recuerdo una sensación horrible al leer la trama de Cinco horas con Mario (pobre Delibes) y una gran sensación de paz mientras leía Un altro giro di giostra de Tiziano Terzani. Curioso, porque también es un libro donde se habla de la muerte (Terzani estaba enfermo de cáncer y buscaba una cura), que se convierte en un viaje exterior cuanto interior. Un proceso que me ayudó a mantener el equilibrio pese a las circunstancias.
Volat 